CAROLINA HERNÁNDEZ RUIZ. DISCURSO RECONOCIMIENTO OHTLI.
Muy buenas tardes.
Agradezco enormemente la presencia del Ingeniero Luis Reyes titular del IME y de todas y todos los presentes, además quiero agradecer especialmente al Cónsul Isaías Noguez por impulsar mi nominación. Sr. Embajador (Quirino Ordaz) su comunidad lo recibe.
A la vez que agradecida y conmovida al saber que soy merecedora de este tan importante reconocimiento, seré honesta ¡me siento sorprendida!. Y es que a diferencia de otras personas que lo han recibido yo no tengo un doctorado, ni he hecho una maestría, no tengo profesión alguna que cause admiración, ni he descubierto el hilo negro de nada.
Soy una regiomontana que desde bien temprana edad empezó a trabajar. Aprendí de mis colegas a ser eficiente, y comprometida, fue una gran escuela, una primera comunidad de la que tengo gratos recuerdos.
De mi familia aprendí las bases: la lealtad y la nobleza. Valores a los que procuro hacer honor día con día, y que hoy más que nada nos permiten a mi madre y mis hermanos, con la ayuda invaluable de mi cuñada y mi marido, apoyar a mi padre en su lucha contra el cáncer. Los amo.
A toda mi familia desde aquí les abrazo, y a todas las familias y migrantes que viven una situación como la nuestra, atravesando situaciones familiares complicadas en la distancia, en muchos casos con falta de recursos, situación de irregularidad migratoria o procesos administrativos que les imposibilitan realizar una visita o inclusive despedirse de aquellos que están por irse.
Extiendo el abrazo a los migrantes que padecen enfermedades y dificultades socioeconómicas, especialmente a los que su situación les excluye del sistema de ayudas sociales.
Aun teniendo la fortuna de contar con salud y estabilidad, el migrante tiene una recurrente tristeza y esperanza de fecha de regreso.
En lo personal, me siento afortunada; cuento con una familia en España y algunos me acompañan aquí. Raúl, gracias por darme ánimos siempre para seguir con esta labor. A mis suegros, gracias por acogerme como una más.
Y, además de mi familia, cuento con el que considero es el mayor de los soportes que un migrante puede tener: ¡una comunidad! Que se encuentra aquí conmigo y agradezco que atendieran a mi llamado.
Llegué a este país hace aproximadamente 13 años, y no soy la misma de antes, el proceso migratorio y principalmente mi comunidad me ha cambiado y hoy me siento concienciada e informada. Y nada de este ha sido gratuito, ni fortuito. Ha sido el resultado del trabajo diario, y de una escucha constante, y el deseo de aprender. Y es que también eso debe de estar presente siempre en los procesos migratorios. Concienciarse. Y con esa idea en mente y acompañada de mujeres migrantes fundamos Mexicanas en España.
Como parte de las actividades de la comunidad, formamos el grupo de las Chontalli de Mexicanas en Madrid que nos reunimos cada mes para abordar temas sociales. Ahí aprendí que todas las personas tenemos el derecho de pertenecer a una comunidad, pero hay que ser conscientes de que para que exista una comunidad debe haber un compromiso colectivo, y es ahí donde se crea la justicia social y los sistemas de bienestar, el bien común.
Nuestra comunidad está conformada por una amalgama extraordinaria de colaboradoras mujeres profesionistas, expertas en temas de procesos migratorios, Derechos Humanos, feminismo, psicólogas, economistas, comunicadoras, estudiantes, emprendedoras, empleadas, cuidadoras, madres, un cúmulo de mujeres que comparten su saberes y conocimientos con empatía, sororidad, paciencia y generosidad y de quienes debo aprender más, siempre todos los días.
Estoy agradecida de recibir este reconocimiento por mi labor en la comunidad, recordando a todas esas mujeres con quienes me siento en deuda, mujeres que sin saberlo son mis mentoras, maestras y guías. Es con ellas, con su ayuda y esfuerzo y conocimiento con quienes hemos construido este camino que se llama Mexicanas en España, una comunidad que no es más que la culminación de experiencias y saberes pepenados durante años por nosotras las mujeres migrantes mexicanas.
Decidimos desde inicio que esta comunidad fuera construida por mujeres, y aunque se nos cuestionó el por qué por mujeres, por qué mexicanas, nunca dimos paso atrás, estábamos seguras de que ese era el camino correcto porque queríamos que fuera la visión de nosotras. Confirmo que fue lo mejor y aquí estamos las mujeres mexicanas, tomadoras de decisiones, sororas y empáticas intentando todos los días apartarnos del sistema jerárquico y patriarcal.
La materia principal de la construcción de esta comunidad son los ideales de las mujeres, su base y fuerza son la conciencia social y la perspectiva feminista, es por eso que esta comunidad tiene y espero que tenga siempre una construcción horizontal y de enseñanza colectiva.
He aprendido en estos años también que una comunidad informada, responsable, organizada y participativa progresa más rápido, reduce riesgos, fomenta la credibilidad y encuentra oportunidades.
Y que nosotras las mujeres migrantes y en general todas las ciudadanas del mundo de acuerdo a nuestras posibilidades debemos de buscar el camino del conocimiento y del acceso a los recursos, las leyes, las instituciones, la política, para influir positivamente desde nuestra perspectiva y atendiendo a nuestras realidades. Invito a todos a luchar por aquellas que no tienen esta opción.
Nos falta mucho como comunidad, pero vemos todos los días pequeños éxitos:
La compañera que sacó su residencia luego de años como indocumentada.
Otra a la que le otorgaron la nacionalidad a pesar de que su pareja nunca la apoyó para lograrlo y los funcionarios le dijeron que no era necesaria.
La mujer que sufre violencia machista a la que pudimos informar de sus Derechos.
Otra a la que haciendo contactos en esta comunidad encontró trabajo y un contrato estable. Aquella que por fin logró apartarse de su maltratador y lo denunció.
La que su pareja no trabajó nunca, y hoy logró bajar ayudas de su comunidad para poder solventar en algo su situación y complementar su sueldo.
La madre de familia que logró una beca.
Otra que se dio cuenta de cómo funciona la violencia machista.
CAROLINA HERNÁNDEZ RUIZ. DISCURSO RECONOCIMIENTO OHTLI. 19 DE ABRIL 2023. MADRID, ESPAÑA
Mujeres que encontraron amigas y una fraternidad
Formar una comunidad es fundamental para las mujeres, especialmente para nosotras las migrantes, porque puede sacarnos del ostracismo en el que muchas vivimos y nos ayuda en este camino migratorio lleno de obstáculos que ya de por sí es difícil debido a nuestra condición de mujeres, madres, cuidadoras y personas racializadas. Sin la comunidad, la integración sería más complicada o imposible de lograr
No quiero irme sin dejar un mensaje a aquellas mujeres que acaban de llegar a España, a las jóvenes especialmente. Si no pueden homologar estudios, si no han podido estudiar en México, busquen hoy aquí esa posibilidad ¡estudien! Estudiar nos sitúa en un escenario diferente en el mundo laboral, y trabajar nos da seguridad en el presente cumpliendo metas, y nos acerca a un futuro más tranquilo si logramos cotizar para acceder a las pensiones.
Todo ello nos allana el camino para lograr nuestro objetivo que debería de ser la independencia económica, porque una mujer independiente es una mujer libre.
Las mujeres tenemos un papel fundamental y creador, y contribuimos en todas las comunidades, en todas las sociedades a las que migramos. Y esa aportación suele invisibilizarse y acallarse y no podemos seguir así porque somos más del 50% de la población mundial y nuestras problemáticas se siguen tratando como si fuéramos una minoría.
Por ello Mexicanas en España tiene como valores fundamentales la perspectiva feminista y la conciencia social.
De ello hemos obtenido también recuerdos entrañables como el haber conocido a la maestra Marcela Lagarde y que nos dejó un mensaje con nuestra compañera Griselda Herrera: que desde España no nos olvidáramos de las que está en México.
No las olvidamos.
Abrazo a todas las mujeres en México a las colectivas, a todas las asociaciones, grupos, amigas, compañeras que juntas valientemente luchan y denuncian la violencia machista, los feminicidios, las desapariciones de las mujeres y niñas. A aquellas que abren caminos y luchan por una idea tan radical que es la base del movimiento feminista: la idea de que las mujeres somos personas, concepto que nos guía en la lucha por la igualdad de Derechos y la equidad de sexos.
Abrazo y admiro a aquellas compañeras que luchan por que no sean nuestros cuerpos la materia de una industria que nos cosifica y comercializa. Que no seamos vientres de alquiler. Que no se nos sexualice. Que se ponga un alto a la pornificación como estrategia de reproducción de la violencia sexual. Que no se nos borre. Que se persiga a violadores, pederastas, proxenetas, que haya justicia para las mujeres y niñas a las que se les ha arrebatado la vida entera.
Abrazo a aquellas que luchan por una coeducación para la igualdad en el sistema educativo y una educación sexual afectiva e igualitaria.
Todo esto que menciono lo he aprendido en colectividad de las mujeres que nos prestan sus ideas, palabras y conceptos.
Este reconocimiento que hoy me otorgan deseo sea también un reconocimiento a todas las mujeres que tienen esa inquebrantable determinación por construir mejores comunidades.
Cierro este breve discurso con agradecimientos puntuales:
Gracias a mis compañeras y mentoras: Griselda Herrera, Fernanda Torres, Daniela Sanson, Martha Rocha, Frida Hernández, Julia Cabrera.
Gracias a todas por acompañarme en este camino en el que coincidí también con maravillosas personas como: Mercedes Martínez, Angeles Aranda, Alejandra Balboa, Martha Montejano, Gabriela Garza, Emma Velázquez, Adhara Rodríguez, Mirna, Rosalía Vargas, Adela Rendón, Daniela Beltrán, Teresita, Josefina Lazo.
Gracias a todas las compañeras de Ángulos Cardinales.
Espero me disculpen por no poder mencionar a todas esas mujeres entrañables que he conocido y forman ya parte de mi historia, de la historia de Mexicanas en España.
¡Gracias por este honor!
19 DE ABRIL 2023. MADRID, ESPAÑA
