Talleres y Charlas de «Emprendimiento y Empoderamiento»

Desde la Asociación Mexicanas en España, hemos observado un aumento en eventos dirigidos a mujeres migrantes que promueven el emprendimiento y la autogestión. Sin embargo, muchos de estos espacios ignoran las complejidades reales que enfrentamos en el contexto migratorio actual.

Lamentablemente, varios de estos eventos responden más a modas pasajeras que a una intención genuina de apoyo. Con frecuencia, captan la atención de mujeres en situaciones económicas difíciles mediante estrategias de impacto.

Algunas de estas estrategias podrían incluir:

  • Enfoque en la mejora personal: Promocionar los talleres como oportunidades únicas para que las mujeres mejoren sus habilidades y potenciales de emprendimiento. Esto puede atraer a quienes buscan superarse, pero a menudo no consideran la realidad económica de las participantes.
  • Mensaje de empoderamiento: Utilizar un lenguaje que resalte la importancia del empoderamiento femenino, lo que puede sonar atractivo, pero que en la práctica no siempre se traduce en acciones concretas que beneficien a las migrantes.
  • Promoción de la comunidad: Presentar los talleres como espacios de apoyo y comunidad para mujeres migrantes, pero sin ofrecer realmente recursos prácticos para enfrentar las barreras que enfrentan.
  • Colaboraciones con, instituciones, asociaciones, marcas o figuras públicas: Asociarse con personas o marcas conocidas para dar una apariencia de legitimidad y alcance, lo que puede atraer más participantes, pero que a menudo no se traduce en un contenido de calidad.
  • Narrativas de éxito: Compartir historias de éxito que pueden ser inspiradoras, pero que no reflejan la realidad de la mayoría de las mujeres migrantes, creando expectativas poco realistas.

En estos entornos, el emprendimiento se presenta como una solución universal, aunque solo una minoría logra sostener sus proyectos en el autoempleo. La mayoría enfrenta barreras significativas, quedando relegadas a la economía informal sin derechos laborales ni estabilidad económica. Estos eventos, respaldados institucionalmente, deberían contar con criterios rigurosos que validen la calidad y accesibilidad de los contenidos, evitando así fomentar expectativas poco realistas.

Desafortunadamente, muchos de estos talleres se centran únicamente en compartir experiencias de integración, sin ofrecer una orientación efectiva en áreas financieras, económicas o de negocio, ni abren una vía hacia la homologación de estudios o la profesionalización, careciendo así de soluciones prácticas para las necesidades migratorias.

Adicionalmente, estos talleres suelen estar liderados por personas sin experiencia empresarial o formación relevante; en lugar de expertas en emprendimiento, son a menudo coaches o conferencistas cuya trayectoria no siempre es congruente con el ámbito que pretenden enseñar. Esto, sumado a la desatención de las diferencias contextuales entre países, convierte en ineficaz un enfoque que, aunque viable en un lugar, puede no serlo en otro.

Es importante reconocer que no todas las mujeres migrantes cuentan con los recursos financieros o el margen para emprender. Pocas pueden asumir la posibilidad de errores reiterados en la búsqueda de un modelo de negocio sostenible. La mayoría vive en condiciones que requieren solvencia inmediata, priorizando necesidades básicas como el pago de vivienda, alimentación y el alto costo del cuidado infantil. Las circunstancias económicas de muchas mujeres migrantes —marcadas por la precariedad y la falta de redes de apoyo— limitan seriamente la viabilidad de asumir riesgos empresariales elevados, subrayando la urgencia de alternativas laborales estables y con derechos formales.

Además, no afirmamos que las mujeres migrantes carezcan de la capacidad para emprender; más bien, señalamos que las dificultades son significativamente mayores. Los efectos de la economía actual, sumados a las normativas de emprendimiento, a menudo no favorecen a este colectivo. Emprender implica tener asegurados nuestros gastos mínimos, y asumir que todas contamos con este respaldo es una forma de discriminación al momento de diseñar un calendario de talleres y charlas dirigidas a mujeres migrantes.

Desconocer estos principios es ignorar la realidad de la migración femenina actual en España, que dista mucho de las dinámicas de décadas pasadas. Hoy en día, las mujeres migrantes no llegan únicamente como esposas de ciudadanos o trabajadoras con contratos preestablecidos; la migración contemporánea es autónoma y diversa, impulsada por factores económicos, educativos y sociales que reflejan nuevas necesidades y aspiraciones.

Recordemos que no somos una marca ni una empresa, y que la libertad financiera o el «éxito» personal no deben imponerse como metas absolutas. Las mujeres migrantes necesitan opciones de empleo seguras y con beneficios legales. Por ello, recomendamos a nuestra comunidad proceder con cautela en estos casos y considerar lo siguiente antes de asistir a este tipo de talleres:

  • Invertir en lo esencial: Prioricen completar trámites migratorios, homologación de estudios o certificaciones que aseguren derechos laborales.
  • Formación reglada: Opten por cursos acreditados o certificaciones que garanticen estabilidad laboral a largo plazo.
  • Derechos laborales: Antes de emprender, evalúen los riesgos del autoempleo sin protecciones laborales.
  • Prioridades claras: Recuerden que no todas las decisiones deben orientarse al «éxito financiero». Somos personas, no productos financieros.
  • Homologación de estudios: En muchos casos, puede ser más sencillo homologar tus títulos o profesionalizarte a través de un programa de formación profesional (FP) que darte de alta tu emprendimiento.

Procedamos con cautela y discernimiento.

Asociación Mexicanas en España.